
En el Perú y en diversos países de Sudamérica, el acceso a una analgesia segura y eficaz durante el trabajo de parto continúa siendo desigual, a pesar de los avances en salud materna y de la creciente demanda por parte de las gestantes de una experiencia de parto más humanizada y respetuosa. La analgesia del trabajo de parto, particularmente la neuroaxial, ha demostrado ser el método más eficaz para el control del dolor, con beneficios tanto clínicos como psicológicos para la madre, sin comprometer los resultados neonatales cuando es adecuadamente aplicada.
Sin embargo, aún persisten barreras importantes relacionadas con la limitada formación de los profesionales, la falta de protocolos estandarizados, la escasez de recursos en algunos establecimientos de salud, y la persistencia de mitos y temores en torno a su uso. Estas brechas impactan directamente en la calidad de la atención obstétrica y en el derecho de las mujeres a recibir un parto digno, informado y sin dolor innecesario.